José Ortega y Gasset
Ensayista y filósofo Español
La vida de Ortega y Gasset
Nacimiento
9 de Mayo de 1883, Calle Alfonso XII nº4, Madrid

Nació en Madrid a 9 de Mayo de 1883
José Ortega Y Gasset nació en Madrid a 9 de Mayo de 1883. Su padre fue José Ortega Munilla e su madre fue Dolores Gasset Chinchilla. Su familia pertenencia a la clase alta y muy culta, además que fueron tambien escritores y periodistas. Su madre era hija de Eduardo Gasset y Artime, fundador del periódico El Imparcial, que era conocido por ser liberal.
De 1900 a 1906, Ortega dividió su tiempo entre la escritura y la dirección de El Imparcial. Estudió en el colegio jesuita de San Estanislao de Kostka, en Málaga, y en 1897 ingresó en la Universidad jesuita de Deusto para estudiar filología con el célebre Julio Cejador y Frauca. Posteriormente se trasladó a la Universidad Central de Madrid, donde se licenció en Filosofía y Letras en 1902 y se doctoró en 1904. Durante esta época entabló una estrecha amistad con Ramiro de Maeztu, que compartían su admiración por Friedrich Nietzsche. En 1904 escribió su primer artículo para El Imparcial, sobre el poeta Maurice Maeterlinck.
Formación
Universidad de Deusto
Localizada en Bilbao, aquí estudió Filosofia Griega. En aquella época, Miguel de Unamuno formaba parte del tribunal de examinadores de la facultad.
Universidad Complutense de Madrid
Antes denominada de Universidad Central de Madrid, aquí Ortega se licenció en Filosofía y Letras. Conoció también Ramiro de Maeztu, con quien formó una amistad y compartía un interés por la filosofía de Friedrich Nietzsche.
Universidad de Leipzig
En Leipzig, Ortega se familiarizó con el neo-Kantismo y conoció las obras literarias de Wilhelm von Humboldt, Ernest Renan, Hippolyte Taine, Arthur Schopenhauer, Friedrich Nietzsche y Charles Darwin.
Universidad de Humboldt - Berlín
Una de las universidades más prestigiosas de Europa, donde tuvo la oportunidad de asistir a las clases de importantes filósofos y académicos de la época.
Marburgo
La Universidad de Marburgo fue un centro clave del neokantismo. Este periodo fue crucial para su desarrollo intelectual, ya que integró las ideas neokantianas con sus propias inquietudes filosóficas.
Corrientes Filosóficas Neokantismo
Immanuel Kant, filósofo prusiano de la Ilustración
El neokantismo es una de las corrientes filosóficas más importantes de la segunda mitad del siglo XIX que reproducía y elevaba a la categoría de sistema todo lo peor, lo reaccionario, lo muerto y lo idealista-subjetivo que había en la filosofía de Kant. . Los neokantianos creían que el idealismo trascendental de Kant proporcionaba un marco sólido para abordar los problemas filosóficos contemporáneos. La Escuela de Marburgo, representada por filósofos como Hermann Cohen y Paul Natorp, se centraba en la lógica y la metodología de las ciencias, proponiendo que la filosofía debía clarificar los conceptos y métodos científicos.
Ortega y Gasset estuvo expuesto al neokantismo, durante su estadía en Alemania particularmente a través de su formación en la Universidad de Marburgo, donde estudió con Hermann Cohen y Paul Natorp. Al tiempo que rechazaba los sistemas metafísicos especulativos, Ortega sustituyó la lógica por el concepto de "vida humana" como principio unificador de la realidad. Su estudio de la fenomenología con compañeros intelectuales de Marburgo desafió los límites del idealismo neokantiano y le llevó a explorar nuevos horizontes filosóficos.
Fenomenología
Edmund Husserl, filósofo fundador de la corriente de Fenomenología
La Fenomenología es una corriente filosófica fundada por Edmund Husserl a principios del siglo XX. Se centra en el estudio de la estructura de la experiencia y de la conciencia desde una perspectiva de primera persona. Esta corriente tiene como objetivo analizar los fenómenos tal como se presentan a la conciencia, sin recurrir a teorías o explicaciones externas. Aunque Ortega no se considera fenomenólogo en sentido estricto, se puede observar la influencia en sus obras. El razionamento vital es un concepto que enfatiza la importancia de la vida y la experiencia concreta en la formación del conocimiento.
Ortega critica el racionalismo abstracto y la separación entre sujeto y objeto y propone una filosofía que integra la experiencia vivida y la realidad concreta, similar a la fenomenología que busca describir los fenómenos tal como se presentan a la conciencia. El filósofo tambien analisa la situación vital y las circunstancias que rodean al individuo, que refleja una sensibilidad fenomenológica hacia la experiencia y la percepción.
Regreso a España
Carrera
Ortega regresó a Madrid en febrero de 1908 e inició sus aventuras editoriales, entre ellas El Imparcial y la revista Faro, que le permitieron criticar las culturas española y europea. El tema central de los debates intelectuales de la época era la regeneración de España y la elección entre "hispanización o europeización". Las ideas críticas de Ortega se sumaron a estas discusiones e influyeron en el historiador conservador Gabriel Maura y Gamazo para acuñar el término "Generación de 1898" en 1908, que se refería a un grupo de intelectuales que se reunieron durante la Guerra Hispanoamericana para discutir la degeneración de España. En junio de 1908, Ortega fue nombrado profesor de la Escuela Superior del Magisterio, y en octubre abogó en una asamblea científica por regenerar España abrazando el pensamiento europeo. Sin embargo, Ortega discrepaba de su antiguo profesor Unamuno, que prefería "africanizar" Europa a "europeizar" España. Ortega opositó a una cátedra de metafísica y obtuvo una cátedra en la Universidad Central de Madrid a la edad de veintisiete años, en noviembre de 1910.
Más tarde, se casó con Rosa Spottorno y Topete, y pasaron una luna de miel en Alemania. Ortega regresó a Madrid en diciembre de 1911, reanudó su labor docente y ocupó la cátedra de Metafísica durante veinticuatro años, con sólo dos interrupciones. Se dimitió brevemente en 1929 para protestar por las violaciones de la libertad académica y de nuevo en 1931 para formar parte de las Cortes Constituyentes durante la segunda República española, hasta que se exilió en 1936 debido a la Guerra Civil española.
Vida política en España
En febrero de 1931, Ortega y otros intelectuales forman la "Agrupación al Servicio de la República" para promover una República unida y democrática en España. Abogaban por un término medio entre el comunismo y el fascismo. Este grupo admiraba la visión política y el liderazgo de Ortega. Tras la abdicación de Alfonso XIII y la proclamación de la República en abril de 1931, la Agrupación apoyó a los candidatos republicanos socialistas en las elecciones parlamentarias. Ortega, Marañón y Ayala se encontraban entre los catorce miembros de la Agrupación elegidos para las Cortes Constituyentes. La República comenzó oficialmente el 14 de julio de 1931, marcando el final de las repúblicas europeas del siglo XX.
Ortega se enfrentó a retos políticos mientras ocupaba su escaño en las Cortes. Azaña y sus partidarios discrepaban con frecuencia de Ortega y sus socios, lo que provocaba problemas de comunicación. En 1932, Ortega se retiró de la política activa debido a los continuos conflictos. Sin embargo, se mantuvo firme y reanudó la enseñanza de la metafísica en la universidad. Hasta el comienzo de la Guerra Civil española, Ortega escribió artículos para El Sol, donde identificaba y criticaba a los políticos que, en su opinión, estaban llevando a la República por el mal camino.
Exílio y regresso
En agosto de 1936, el filósofo Ortega y su familia huyen de la Guerra Civil española. Viajan a Francia y se instalan en La Tronche, cerca de Grenoble, antes de trasladarse a París en noviembre. Ortega dio conferencias en los Países Bajos invitado por Johann Huizinga, y regresó a París para someterse a una operación de vesícula biliar. Después viajó a Portugal para recuperarse y finalmente, Ortega se marchó a Argentina con su mujer y su hija, dando clases en la Universidad de Buenos Aires antes de establecerse en Portugal.
En 1945, Ortega regresó a España tras nueve años de exilio debido a la Guerra de España. Su regreso suscitó dudas sobre su integridad entre los compatriotas republicanos que seguían en el exilio y le hizo parecer poco digno de confianza para los partidarios de Franco. La intervención del gobierno le impidió reeditar la Revista de Occidente, por lo que Ortega recurrió a publicaciones periódicas alemanas para publicar extensamente. Aunque se le restituyó su cátedra de metafísica, nunca volvió a impartir clases en la universidad. Sin embargo, en 1948, con la ayuda de su antiguo alumno Julián Marías, fundó el Instituto de Humanidades de Madrid, que atrajo a estudiantes e intelectuales. A pesar de su éxito, el gobierno acabó cerrando el Instituto en 1950.
Entre 1949 y 1955, Ortega y Gasset cultivó sus intereses culturales asistiendo a conferencias y recibiendo honores en el extranjero. En 1949 visitó Aspen, Colorado, para participar en la conmemoración del bicentenario de Goethe. También viajó a Hamburgo, Berlín, Darmstadt y Múnich por motivos similares. En Alemania se produjeron dos acontecimientos significativos: asistió a una conferencia sobre "El hombre y el espacio" en Darmstadt, donde conoció a Heidegger, y recibió un doctorado honoris causa de la Universidad de Marburgo. En 1951 recibió otro doctorado honoris causa de la Universidad de Glasgow. Desgraciadamente, el deterioro de su salud, atribuido a un cáncer de estómago e hígado, limitó sus viajes. Eventualmente, Ortega falleció el 18 de octubre de 1955 en su apartamento de Madrid.
Obras
Meditaciones de Quijote (1914)
Fue una de sus primeras obras . Ortega utiliza la figura de Don Quijote para caracterizar temas como la realidad y la perspectiva, y muestra que cada persona tiene una perspectiva única de la realidad. e
Se cree que esta obra marca el comienzo de su carrera como pensador y establece muchas de las preocupaciones filosóficas que desarrollará en sus trabajos futuros.
España Invertebrada (1921)
España invertebrada es una redacción sociopolítica en que Ortega analiza las causas de la decadencia de España. El autor sostiene que España sufre de una crisis de cohesión, en la cual Ortega llama de "invertebración".
Este libro tuvo gran impacto en el debate intelectual y político, proponiendo una reforma profunda en la estructura social y política española.
El tema de nuestro tiempo (1923)
En su obra, Ortega introduce las ideas de "razón vital" y "razón histórica" para criticar el racionalismo abstracto y promover una filosofía que integra vida e historia.
La obra lo posicionó como un destacado filósofo y sentó las bases de su teoría del perspectivismo.
La deshumanización del arte (1925)
Ortega analiza el arte moderno, caracterizado por formas abstractas y elitistas que se alejan de la representación tradicional. Es un ensayo sobre estas nuevas características y fue una contribución importante a la teoría del arte, influencia en el debate sobre su naturaleza y función en la sociedad moderna.
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